1. Ellas te revisan las llamadas y mensajes que recibís o escribís en tu celular.
2. Jamás piden perdón. Cuanto más pequeño sea el asunto, más difícil es que larguen un simple: “Perdoname…”
3. Son locas del orden y la estética de la casa, pero dejan las bombachas lavadas en el pico de la ducha.
4. Celan a todas las mujeres con las que te cruzás: las compañeras, las vecinas, las mozas, la chica de la zapatería... ¡a todas!
5. Usan tu máquina de afeitar, para depilarse las piernas, axilas... y jamás se compran una.
6. Son cachivacheras. Guardan sourvenirs, cositas de la escuela de los chicos, flores secas, volantes con ofertas, y apilan las bolsas de las casas de ropa.
7. Son criticonas, pero si te dicen algo de alguna persona que está detrás tuyo, y te das vuelta para mirar, te pellizcan y te retan: “¡Sé disimulado!”.
8. En una discusión ellas pueden decirte lo primero que se les venga a la boca, pero nunca se olvidan de lo que le dijiste en la primera discusión que tuvieron cuando eran novios.
9. Si ven una película porno con vos, empiezan a reírse, o criticar suspirando quejosas y largan frases como: “Ay, que mal gusto, poooooor favoooor!” o te anticipan: “Eso, ni loca!”
10. Se ponen ropa sexy, y se embolan porque vos ni te fijás porque lo único que querés es que estén desnudas.
11. Hablan, hablan, hablan... No tienen capacidad de síntesis. Te hablan todo el tiempo, y así y todo se quejan diciendo que vos no las escuchás nunca.
12. Cuando están dormidas, se mueven y hablan como si estuvieran poseídas por mil demonios.
13. Cambian de estado anímico con facilidad. Aunque sean las hormonas o lo que sea que las enojó o alteró, se descargan con vos.
14. Se prueban mil remeras, para comprarse una. Y después dicen: “Debería haberme comprado esa otra, con la manguita así”...
15. De día llevan en la cartera 7 kilos de cosas. Y nunca encuentran lo que buscan. De noche pretenden que vos les lleves “un par de cositas” en tus bolsillos.
16. Compren lo que compren, si vos estás cerca, dicen: “Pagá vos, que no tengo cambio”...
17. Son eternas para cambiarse y arreglarse. Vos te bañás, te afeitás, te vestís y te perfumás, y ellas están todavía con la toalla y pensando qué ropa van a ponerse.
18. Te preguntan cómo se ven, y si a vos no te gusta cómo se vistieron y se lo decís, se enojan… pero igual se dejan lo que tenían puesto.
19. Siempre se ven gordas, y entonces hacen espantosas recetas diet y obligan a la familia a comer lo mismo que ellas: Después atacan el dulce de leche a oscuras por la noche.
20. Siempre quieren estar más flacas. Aunque les insistas que las esqueléticas no te gustan, ellas siempre se ven gordas.
21. Por la noche tienen miedo y sienten ruidos, los ruidos que siempre hace tu heladera por ejemplo, pero no se duermen hasta que vos veas qué pasa.
22. Lloran, lloran, lloran... Lloran por todo: por una película, por una discusión menor, por una uña rota... lloran y te piensan un gorila insensible porque vos no te emocionás con sus lágrimas.
23. Son despistadas, lerdas y no entienden jamás los chistes que contás vos o tus amigos.
24. Te regalan para el día del padre unas hermosas chinelas... que jamás vas a poder encontrar. Las están usando ellas.
25. Tienen la manía morbosa de sacarte granitos, puntos negros, y te torturan con sus uñas afiladas.
26. Vos querés ir al baño, ellas lo ocupan y no te dejan pasar... ¡Porque están depilándose las cejas!
27. Estás viendo un programa en la tele, y lo comentan mientras lo ves, en simultáneo, y si las hacés callar, resoplan y se enojan.
28. Hablan por teléfono todo el tiempo, y cada llamada les toma más de una hora. Cuando necesitás llamarlas,
siempre te da ocupado.
29. Manejan despacio porque dicen ser prudentes, pero eligen siempre la vía rápida y si alguien se les cruza insultan como camioneros.
30. No lavan nunca el auto, ni se hacen cargo de que las gomas necesitan aire, el motor aceite y agua, y apenas si se acuerdan de que hay que cargarle nafta.
31. Todas las cosas que vos dejás en un lugar, ellas las guardan quién sabe dónde y jamás recuerdan dónde las pusieron.
32. Gritan. Cuando están alegres, cuando se enojan, cuando ven una araña, cuando saludan... Griiiitan.
33. Siempre tienen sueño, se van a dormir temprano, y te retan como a un chico porque vos te quedás viendo tele.
34. Se la pasan diciéndole a tus hijos: “Ya vas a ver cuando llegue tu padre”, “Eso a tu padre no le va a gustar”, poniéndote siempre en el rol del malo de la casa.
35. Mienten con los gastos: dicen que la ropa nueva se las regaló su madre, o es algo viejo que se compraron hace un montón. Saben que hay límite en la tarjeta... y les encanta llegar al punto donde ya no haya.
36. Compran cremas, pinturas, y artículos de belleza... que después no usan.
37. Cuando hacen la compra del mes compran champú para su tipo de cabello, y ningún otro, y se enojan porque vos se los usás.
38. Te llaman a cada rato para preguntarte por cosas o decirte novedades que podrían tranquilamente esperar hasta la tarde o resumirse en una sola llamada.
39. Son perseguidas, revisan tus bolsillos, tu billetera, lo que hiciste en Internet... todo te revisan pero se ofenden si se te ocurre buscar algo en su cartera.
40. Dicen defender la igualdad entre los hombres y mujeres, pero se enojan si no les abrís la puerta, le corrés la silla, o no las dejás pasar primero.
41. Te critican todo lo que hacés, decís, comprás... Y critican a todos los tuyos: parientes, amigos, compañeros, pero ni se te ocurra opinar sobre su hermana…
42. Odian el fútbol y no entienden que para vos sea una pasión. Te molestan cada vez que hay partido. Cuando llega la época del Mundial se vuelven fanáticas, se creen expertas en el tema y te comentan el partido de Ucrania versus Nigeria.
43. Para tener sexo, pretenden que uno se súper produzca, esté bañadito, limpito, ponga velas, pétalos en la cama, y música de fondo... ¡aún un martes a la noche cuando uno está que se cae del cansancio!
44. Se enojan porque no las ayudás en la casa, pero si hacés algo, te sacan de encima diciendo: “Dame eso, que no sabés hacer nada”.
45. Les fascina comparar. Te comparan con sus ex, con los maridos de sus amigas, con su padre, con sus cuñados, con los vecinos y hasta con tu hermano. Siempre en la comparación, vos salís perdiendo.
46. Preguntan todo, quieren los detalles de todo, de tu presente, de tu pasado, y por poco y si pudieran, hasta de tu futuro.
47. Critican a sus amigas hasta los huesos, pero si vos después hacés lo mismo, ellas las defienden como si fuesen perfectas.
48. Ellas son unas “santas”, nunca miran, nunca esconden nada, nunca mienten… y sostienen en cambio, que todos los hombres son unos mentirosos compulsivos.
49. Como no quieren que salgas solo, te acompañan a las salidas con tus amigos, pero como no les caen bien, ponen cara de traste toda la noche.
50. Hacen preguntas capciosas, tiran indirectas y te están probando todo el tiempo. Si por alguna razón no llegaste a atenderlas en el celular, cuando las llamás te preguntan histéricas: “¿Qué estabas haciendo que no me atendiste?”
51. No creen ni valoran tu privacidad: tus espacios, tus momentos (hasta en el baño), tu sueño... nada es tuyo y ellas pueden interrumpirlos e invadirlos cuando quieran.
52. Lo tuyo, es de la pareja. Lo de ellas, es de ellas.
53. Se enganchan con novelas aburridísimas. Les encantan los programas de la farándula. Si están viendo un programa de cuarta en la tele, aunque no les guste demasiado, no quieren hacer zapping para ver si están dando uno mejor en otro canal.
54. Estacionan el auto justo donde impiden que vos puedas sacar el tuyo.
55. Pretenden que seamos sus mensajeros, tramitadores, plomeros, electricistas, choferes y, además, buenos amantes.
56. Aman ir de compras e insisten en llevarnos. Son capaces de pasarse cinco horas viendo vidrieras, aunque estén seguras de que no piensan comprar nada.
57. En los viajes llevan tantas cosas inútiles que no hay valija que alcance.
58. A los chicos les gritan como si ello los sujetara, y en realidad, los chicos no le hacen caso a esos gritos, pero a vos te quiebran el mate.
59. Nunca saben qué ponerse, y siempre dicen que no tienen nada en el placard. Guardan ropa inútilmente, porque dicen que algún día la moda va a volver, o ellas van a adelgazar.
60. Te torturan porque quieren que vos les digas qué pueden cocinar. Si les decís… igualmente cocinan cualquier otra cosa!
61. Son interesadas por la plata. Si un pibe tiene un padre con plata automáticamente es buen candidato para la nena.
62. Nunca saben dónde pusieron la pincita de depilar.
63. Sus cosas ocupan el 80% del espacio de tu casa. Todos los cajones, floreros, cestos, recipientes, y lugares para guardar de la casa, están ocupados por prensas, vinchas, aros, pinturas y cosas de ella.
64. Por más que hagas el mayor esfuerzo, nada para ellas está suficientemente bien hecho... si lo hiciste vos.
65. Se obsesionan con la limpieza. Vos querés estar un día tranquilo, pero ellas no pueden evitar ponerse a limpiar. Hacen la cama aunque sepan que vos te vas a tirar a dormir la siesta, y se enojan porque se las destendés.
66. Si querés innovar en la cama, te miran como si fueses un degenerado serial.
67. Insisten en describirte la ropa de la novia, las amigas, la madrina, o de todos los que fueron a la fiesta a la que no fuiste, como si a vos te importara en lo mas mínimo.
68. Son chismosas y les encanta hablar de los demás. Siempre tus amigos son un desastre, y las de ellas son unas divinas.
69. Cuando ellas tienen ganas de tener sexo, vos no podés jamás negarte. Pero si es al revés, ellas tranquilamente te dicen: "Hoy no, me duele la cabeza".
70. Cuando vos manejás, ellas asumen ser tu copiloto, y te van rompiendo la paciencia con indicaciones.
71. Quieren que bailes como Travolta, y te critican porque sos pata dura.
72. Se enloquecen como niñas con cantantes babosos y melosos que cantan canciones insoportables.
73. Quieren que pongas orden en la casa, pero si retás a los chicos, se solidarizan con ellos y dicen: “Pobrecitos”.
74. Cada vez que los chicos les piden permiso para algo, responden: “Hablá con tu padre”.
75. Por más que se lo ruegues, ellas nunca planchan la ropa que vos preferís, sino las que ellas deciden que prefieren planchar.
76. Te hacen probar 100 veces la pasta, hasta que les digas que está a punto.
77. No terminan de usar los pañitos higiénicos, pero se compran nuevos, y en tu baño hay 50 paquetes a medio usar.
78. Todas las mujeres que están buenas, para ellas son gatos hechos con siliconas.
79. Pretenden que te acuerdes de las fechas más insólitas e insignificantes, y se enojan si no lo hacés (aniversario de novios, de la primer cita, del cumple de su madre, de alguna reconciliación).
80. Usan tus herramientas y nunca las ponen en el lugar donde vos las habías dejado.
81. Quieren que vos tomes decisiones, pero si después algo sale mal, ponen cara de: “...Lo sabía”.
82. Te martirizan por tu pasado. No hay forma de que entiendan que no podés volver el tiempo atrás, y se enojan cuando se acuerdan de una ex de la que ya no sabés si todavía vive.
83. Todo lo que ellas compran en el súper es necesario, y lo que vos comprás, es un gasto inútil.
84. Tienen obsesión de que te emborraches, y te miran con mala cara en cuanto tomás... el primer trago!
85. Por más que hayan pasado 100 años de pareja, ellas pretenden que seas romántico siempre. Nunca un regalo supuestamente romántico les resulta suficientemente cursi. Adoran las flores, los ositos de peluche, las tarjetas con brillantina, los chocolates.
86. Todo lo que haga o diga tu vieja, les cae mal.
87. Les encanta hablar o seguir con caricias y besos, después de hacer el amor.
88. En invierno tienen frío, y se visten como un bombero de la Siberia para irse a dormir.
89. Abren el agua caliente para lavar los platos, justo cuando vos te estás bañando.
90. Cuando ya estás a varias cuadras de tu casa, ellas recuerdan o dudan si dejaron enchufada la plancha o la puerta del patio sin llave.
91. Salen hechas unas diosas con unos zapatos de 20 centímetros y vuelven con el maquillaje corrido, descalzas y rengueando.
92. Son obsesivas con sus hijos, y los torturan para que sean los mejores.
93. Siempre quieren salir… pero si les decís "Vamos", nunca saben a dónde.
94. Cuando cocinás, se meten a la cocina y te dan indicaciones.
95. Te sacan plata de la billetera, sin avisarte.
96. No soportan que nos enfermemos. Si estás enfermo de gripe, ellas se ponen de mal humor.
97. Les molesta la simpleza, no entienden que para nosotros cuando decimos: “Bueno, ya está”, significa sólo: “Bueno, ya está”.
98. Su padre siempre es mejor que vos.
99. Si ven un insecto, sufren un espasmo como si vieran al mismísimo diablo.
100. Creen que es obligatorio que quien saca la basura a la vereda... sea el varón.
101. Dejan pelos por toda la casa…
102. Cuentan a sus amigas intimidades de los hombres con los que se acuestan al mínimo detalle: tamaño, forma, duración, lo que dijo, lo que gritó… lo que pasó, lo que no pasó… tooodo.